6. Hábitat de pescados y mariscos

Las diferentes especies de pescados y mariscos se pueden encontrar ubicados en los los siguientes ecosistemas:

Peces de agua marina o marinos. Pertenecen a este grupo la mayor parte de las especies de peces comestibles. Proceden del mar, un medio donde las aguas son más ricas en sodio, yodo y cloro, lo que les confiere un olor y un sabor más pronunciado.

Los peces marinos, según la zona del océano en la que habitan, se clasifican en:

Bentónicos. Viven sobre o cerca de los fondos marinos, en los que suelen enterrarse. Son pescados de carne magra o blancos de forma aplanada, como el lenguado, el gallo, el eglefino y la platija.

Pelágicos. Habitan en distintas capas de agua. Son buenos nadadores y realizan migraciones en bandos a través de los mares. Son especies de carne grasa o semigrasa, y pertenecen a este grupo los túnidos, las anchoas y las sardinas.

De agua dulce o continentales. Proceden de ríos, arroyos y lagos, medios cuyas aguas son más ricas en magnesio, fósforo y potasio. Se les considera pescados más sosos y su consumo es reducido.

Diadrómicos. Son aquellos que comparten su vida en ambos medios y realizan migraciones del agua dulce al agua marina en determinadas etapas de su vida; como salmón, trucha y anguilas.

Acuicultura o piscicultura. No es el hábitat natural de pescados y mariscos, si bien en la actualidad se está promoviendo la cría en medios artificiales controlados. Las piscifactorías utilizan agua dulce y las granjas marinas crían especies de peces marinos. El desarrollo de la acuicultura debe atender a tres razones principales: adaptarse a la demanda del consumo, proteger el medio natural y permitir las “paradas biológicas” necesarias para preservar ciertas especies.

Ahora seguiremos con los mariscos, ya que su clasificación por hábitat es más compleja porque estos se clasifican por los tipos de fondos en los cuales habitan:

Fondos arenosos

Los fondos arenosos no fiados por praderas submarinas tienen mucha menos densidad y variedad de fauna, algunos bivalvos como la concha fina, algunos crustáceos como el cangrejo de arena, especies que se protegen de sus predadores o aguardan a sus presas semienterradas y demás especies que predan sobre los crustáceos (camarones y gambas).

Fondos fangosos

Los fondos fangosos en estado puro, que son más propios de caños y lagunas marismeñas y muy frecuentemente se presentan como fondos areno-fangosos o fango-arenosos (según sea el elemento dominante) muy propios de las aguas resguardadas de los estuarios, aunque también se encontrarán a profundidades donde las aguas apenas tengan corriente, son los primeros responsables de la alta fertilidad de estas zonas de aguas someras, que solo son rebasadas en ella por las marismas litorales. Abundan los anélidos cilíndricos y otras “gusanas” carnívoras o carroñeras, y entre los bivalvos más apreciados está la almeja de carril o japonesa, el berberecho y la navaja, pero también coquinas, cliclas, almejas reloj, etcétera. Y también cangrejos cazadores y carroñeros.

Fondos Rocosos

Las formaciones rocosas masivas y poco fisuradas se establecen algas con fucus y laminarías allí donde el mar combate con cierta fuerza, gracias a sus fuertes anclajes a la roca, pero también algas incrustantes, algas rojas calcáreas y verdinas marinas, formadas por algas verdes de pequeño porte que crecen muy densas y tapizan las rocas. La fauna típica de los fondos rocosos, presente una gran riqueza, la forman invertebrados del tipo esponja, corales, anémonas, equinodermos (erizos y estrellas de mar), moluscos gasterópodos (caracolas y babosas marinas) bivalvos (ostiones, mejillones, ostras) y cirrípedos (bellotas de mar), que conforman una comunidad biológica invertebrada bien dotada de filtradores (bivalvos), herbívoros (quitones, lapas, erizos) y carnívoros (cangrejos, estrellas de mar).

Fondos litorales y la fauna demersal

Las especies demersales son especies ligadas al fondo, ya sea porque encuentran sus posibles presas en el fondo o bien porque encuentran en el refugio donde burlar a sus depredadores. Son animales generalmente carnívoros, adaptados a desplazamientos rápidos o cortos. Su coloración suele ser mixta entre la típica de las especies pelágicas y la críptica de los organismos bentónicos. La fauna que acompañan a estos hábitats son los cefalópodos (sepia, calamar) y crustáceos (gambas, langostinos, bogavante).

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